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El FC Barcelona tenía la oportunidad de redondear la temporada metiéndose la Liga al saco, pero es difícil lograr en un día, lo que has regalado todo un año.
El partido contra el Nàstic de Tarragona fue un monólogo. El Nàstic ofreció cierta resistencia en los primeros minutos pero cada gol del Barça era un puñal clavado en el corazón, y no se tardó más de 37 minutos en dar por concluido el partido con un 0-3, y que finalmente terminó 1-5. Goleada o no, ese partido no tenía ningún significado si es que el Real Madrid CF no empataba o perdía en el Santiago Bernabeu.
En Madrid todos estaban muy confiados de ganarle sobradamente al RCD Mallorca, especialmente el presidente Ramón Calderón que había sido muy criticado por celebrar el título 'chacoteando', cuando aún faltaba un partido por jugarse. Los nervios se hicieron palpables en todo el Santiago Bernabeu cuando en el 1er minuto de juego el Mallorca estrelló un remate en el palo. De ahí en adelante todo fue ansiedad, y caras largas cuando en el minuto 17 el Mallorca se puso delante 0-1 y en el 21 se enteraban del 1er gol del Barça en Tarragona. Si el partido hubiese tenido solo 77 minutos de juego y no 90, el Barcelona era campeón.
Del minuto 77 en adelante, un Mallorca mediocre caminando sobre el césped, paseándose por el área y mirando atónitos el partido en lugar de jugarlo, vio como el Real Madrid le metía en 13 minutos, no uno, ni dos, si no tres goles, dejándonos a los barcelonistas completamente desolados.
Se nos fue la Liga y lastimosamente, no fue en este partido. No sirve de nada que durante toda la temporada el Barcelona haya estado hasta a 9 puntos por delante del Real Madrid, o que haya practicado el mejor 'jogo bonito' de todos, si es que a la hora de cerrar la liga, la regalamos. Es muy triste asimilarlo.
¡Maldita Liga regalada!
(Nàstic 1 - Barça 5 | Real Madrid 3 - Mallorca 1)
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